“Comprendió
que el empeño de modelar la materia incoherente y vertiginosa de que se componen
los sueños es el más arduo que puede acometer un varón.”
-Jorge
Luis Borges en Las ruinas circulares
En Las ruinas circulares un mago quiere
soñar un hombre y darle vida en su sueño.
Al principio, el mago intentaba soñar un hombre demasiado rápido y falló
en su meta. Después, el mago dice la
cita de arriba y intenta de nuevo. Esta
vez toma el tiempo requerido para lograr su sueño. Espera hasta que la luna este un disco
perfecto, se purifica en un río y hace otras preparaciones antes de empezar
soñar. Este proceso de soñar un hombre
puede simbolizar muchas cosas. Para mí
muestra la manera en cómo debemos crear cosas y lograr cosas. No podemos esforzar nuestros deseos sobre el
mundo y lograr nuestras metas. Tenemos
que prepararnos y tomar el tiempo necesario para lograr lo que queremos.
En la
vida hay cosas que no funcionan bien si no tomamos el tiempo requerido para
hacerlas. Un ejemplo es jugar el fútbol. Para meter un gol hay que practicar y
prepararse mucho antes del partido.
Durante el partido un jugador tiene que esperar para un momento adecuado
para meter un gol. Por eso no hay muchos
goles en los partidos de fútbol. Si un
jugador trata de pasar por el otro equipo solo, va a gastar sus esfuerzas rápidamente
y probablemente va a perder la pelota.
El proceso de “crear” un gol requiere técnica y tiempo.
Un jugador de fútbol mete un gol
Este
proceso también se aplica al evangelio.
Si queremos lograr bendiciones, tenemos que guardar los mandamientos y
esperar. No podemos esforzar bendiciones
sobre nosotros. A veces requiere mucho
tiempo, o parece mucho tiempo, para recibir bendiciones. Crear un hijo es algo sagrado y esto también
requiere tiempo.
Después de
sus preparaciones, el mago soñó con un corazón.
Poco por poco seguía soñando hasta que pudo lograr su meta de soñar un
hombre. Podemos lograr nuestras metas también. Hay que trabajar para las metas y esperar que
pase el tiempo adecuado.
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